Burgos
Olvidaba decirte que te he buscado bajo cada piedra, en cada fuente, en cada encrucijada, como si el Camino fuera un gran Juego de la Oca que descifrar y vencer. Desde que empecé a caminar que sé que estás, que el único desafío es el conjuro que te haga presente. El Camino da esa ventaja, con su cotejo de milagros, con su elenco de historias extrañas y milenarias. No me sorprendería verte a la distancia, para después desaparecer sin remedio.
Y hoy me hallo aquí, con la epifanía extraña de saber que no soy ni bueno ni malo, tratando de contarte que el Camino es historia, pero la historia no sirve si no es hora, así como en un abrazo a deshora uno sólo encuentra a uno mismo. Hay amores que no admiten el paso del tiempo, como bien sabes, y hay dolores que duelen diferentes. Hay heridas que duelen pero no lastiman, como todas las heridas que me ha dejado el amor.
Y hoy baja el sol en Hornillos del Camino, y busco un
beso que selle tu boca mientras sonríes. Antes de que me acerques el espejo
déjame decirte que ya he perdido mucho, y que puedo seguir perdiendo, mientras
no sea tú y el camino. Tanto ese rayo que me espera puede bien esperar que me
haga un lugar en tu mesa, en tu cama, en tu corazón. Que me parta un rayo, sí,
pero el rayo de luz de mañana que me despierte a tu lado.
4 de
Octubre
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