viernes, 15 de febrero de 2013

El otro camino

El otro camino



Sarria es el inicio de la parte más concurrida del Camino. Es la primera etapa de quienes se suman al Camino con pies limpios y la ilusión de Compostela. Se suman nombres, nacionalidades, lenguas, personas. Algunas nuevas, otras conocidas pero olvidadas. Un acertijo común es preguntar a un peregrino recién llegado al destino del día---que hoy sería para nosotros Portomarín---dónde empezó a caminar ese día, y sonreírse al verles titubear mientras escarban el recuerdo. El Camino entorpece el paso y embrutece la memoria, pero también refresca el alma, y confirma que uno no precisa saber ni recordar mucho para ser feliz. La felicidad en el Camino es tan efímera como cierta, y es preciso no descuidarse, cosa de no perder el vuelo sutil de una mariposa que cruza la ruta, algún banco en sombra, o el recuerdo de tu mirada cuando me sorprende una fuente tan inesperada como fresca. Hay preguntas que se repiten en el Camino, y hay siempre quien me pregunta si el Universo, o si otras Tierras, o si las estrellas. Yo les hablo de otras dimensiones, y del multiverso del que nuestro universo tal vez sea parte. Lo cual suscita la pregunta de si hay otros Caminos. Si van en otra dirección, si hay otro Santiago. Y yo les cuento que sí, que Santiago se repite, en la geografía y en los hijos, en la historia y en tus ojos.  Puede que exista otro Camino, uno en el que no piense en ti. Pero no creo.

Yo sé que allí
allí donde tú dices
las nubes callan palabras
y el cielo no dice nada
y el sol es un sol
      transparente como tu corazón
     
Luis Eduardo Aute (Albanta)

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