Camiño
Podría sin lugar a dudas
seguir contando historias del Camino, del adentrarse en la niebla de la mañana
en Triacastela, del enorme monasterio de Samos, del tramo interminable hasta
Sarria, del vapor del Sahara que se sumó al Camino ayer, del oasis de La
Aiguada, o del puente del río Orobio. Pero no. Tanto tú y yo sabemos que son
sólo excusas para hablar de ti. Prefiero contarte del cielo gallego, que ayer
cabía en un puño, o de cómo precisamente a las diez anoche me puse a contar las
estrellas que llevan tu nombre, que no son pocas. Pero tampoco me ilusiono. Así
como por tu silencio sé todo lo que piensas en mí, sé también no buscarte en
fuente de Nereiras, ni en los misterios del agua. Hay días en que uno se siente
traicionado y otros en que extrañamente de todas las fuentes gotea leche y
miel. Son esos días los que me enseñan que es tu recuerdo lo único que faltaba
para que salga el sol y me indique el camino a Santiago.
‘Cal guanyar temps als somnis,
cal anar molt més enllà de les paraules.
Ser tal com som
de soca-rel.
Cremar les naus,
navegar a pèl
a cavall de la cresta de l'onada.’
Joan Manuel Serrat (Fins que cal dir-se adéu)
28 de Julio
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